Siguiendo con el post de ayer (ver El modelo de hombre de la Ilustración), así comienza el post de Joaquín:
Aunque Esther Morales, la hermana de Evo, aceptó ser la Primera Dama de Bolivia, aclaró de inmediato que no por eso iba a dejar de trabajar en su pequeño puesto de comestibles. Esto es grandeza.
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