lunes, 11 de marzo de 2013
Las dos izquierdas en América Latina y de cómo Chávez equivocó el camino
Ayer en la noche, leí un artículo del periodista canadiense Doug Saunders @DougSaunders, recomendado en Twitter por mi amiga @HilaryKingston, titulado: Hugo Chavez had nothing to do with South America's real revolution = Hugo Chávez no tiene nada que ver con la auténtica revolución de América del Sur.
Recomiendo su lectura. Me gustaría traducir, en forma libre y no textual, para Uds. algunos de los párrafos:
"Chávez estaba lejos de la izquierda que gobernó países de América Latina en el siglo 21. En efecto, en la década de su elección (en 1999), líderes de izquierda habían llegado al poder en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua , Paraguay y El Salvador (aprox. dos tercios de la población de la región).
"Estos gobiernos no eran todos iguales. Si la gran división en el siglo 20 fue entre pro-estadounidenses de derecha y caudillos y autócratas antiamericanos marxistas; después de 1999, la división fue entre dos variedades de gobierno de izquierda.
"En algunos países -especialmente en Brasil y Chile- los partidos de izquierda electos adoptaron el libre comercio y la economía de mercado y utilizaron los ingresos fiscales resultantes para llevar a cabo programas sociales y redistribuir el ingreso. Son los socialdemócratas.
"Otros, sobre todo Argentina y Venezuela, prefirieron imponer el control estatal a las industrias clave, bloquer al comercio y a la inversión extranjera, controlar los precios y entregar los recursos directamente a los pobres. Suelen llamarse a sí mismos socialistas democráticos.
"Este showdown entre socialdemócratas y socialistas democráticos tuvo lugar en un momento fortuito: el petróleo y el boom de los recursos naturales aumentaron los ingresos, seis décadas de intensa urbanización había terminado en una población estable y los EEUU se habían vuelto menos confrontacional. Como resultado de ello, la pobreza y con ella, la brecha entre ricos y pobres se redujo en casi todos estos países. Pero había una gran diferencia entre los dos sistemas.
"Un estudio de los economistas Darryl McLeod y Nora Lustig encontró que, en Argentina y Venezuela, la desigualdad se redujo de nuevo a los niveles de principios de 1990, tras alcanzar un máximo en la década del 2000. Pero en la vida social democrática de Brasil y Chile, las políticas inteligentes redujeron la desigualdad a niveles históricamente bajos: 'Aunque ambos regímenes redujeron la desigualdad y la pobreza, una vez que se quita los efectos inevitables de los alto precios del petróleo, sólo los regímenes socialdemócratas parecen romper con la pasado, la reducción de la desigualdad a niveles históricos'".
"La política de Chávez ayudó a los pobres, dándoles un poco de dinero y el cuidado de la salud. Esto no debe ser despreciado: se reduce así drásticamente las peores formas de miseria. Pero los países vecinos hicieron lo mismo y crearon al mismo tiempo un futuro sostenible más allá de la pobreza: craeron oportunidades de negocios y las instituciones económicas que permiten a los pobres para entrar en la clase media.
"En Brasil y Chile, de acuerdo al estudio realizado por del Center for Global Development con sede en Washington, el tamaño de la clase media se expandió a un quinto y a un tercio de la población, respectivamente. En Venezuela, durante la primera mitad de los años de Chávez, la clase media se derrumbó desde el 21 al 3%: mientras la economía del sector privado se derrumbó, y no parece haberse recuperado.
"Aquí radica la diferencia entre Venezuela y Brasil, que no es simplemente una cuestión de grado, sino de naturaleza fundamental: el socialismo populista, altamente nacionalista de Chávez hizo un daño grave a las instituciones que podrían dar a la gente una vía para salir de la pobreza. Sus vecinos los fortalcieron durante una década.
"Debido a que Chávez fijó el precio de los alimentos, esto aniquiló la agricultura y el comercio, reduciendo la capacidad agrícola de Venezuela, donde hoy, hay una importante escasez de alimentos y filas (colas) de horas en los supermercados subsidiados por el gobierno. El suministro de electricidad es esporádico, en las escuelas se enseña propaganda política en vez del plan de estudios, las ciudades y las carreteras se están desmoronando, y los hospitales están entre los peores del continente. Esta superpotencia petrolera no ha ahorrado o invertido nada. Por el contrario, Venezuela tiene un déficit fiscal del 20% y una tasa de inflación del 30% anual.
"La 'revolución bolivariana' no ha sido una nueva política, sino más bien una copia de las políticas de Venezuela de la década de 1970 y principios de 1980, con los mismos resultados. Después del colapso post-petróleo, todo volverá a la pobreza. Hay opciones más inteligentes, sólo hay que mirar al otro lado de la frontera".
Habría que haber mirado, diría yo...
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