sábado, 2 de marzo de 2013
Respuesta de Sebastían Piñera a Evo Morales
...ante el plenario de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), acerca de su demanda marítima y la acusación de incumplimiento del tratado de 1904 entre ambos países. Es cierto que no es -de ninguna manera- el lugar, ni la ocasión para discutir un tema bilateral, pero Bolivia intenta -como siempre- "multiralizarlo".
Santiago, 28 de Enero de 2013
Yo quisiera tomarme la libertad para poder responderle con mucha franqueza las palabras del Presidente de Bolivia, Evo Morales.
En primer lugar, decirle, Presidente Morales, que por supuesto Chile tiene una comprensión y compromiso especial por la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia, y hemos hecho, y vamos a seguir haciendo todos los esfuerzos necesarios para que el comercio boliviano pueda, a través de los puertos chilenos, si así lo estima necesario y conveniente Bolivia, poder acceder a todos los países del mundo.
Pero también, en esta materia es importante hablar claro y hablar con la verdad. Nosotros tenemos un tratado, que se firmó el año 1904, veinte años después de terminado el conflicto bélico, que fue acordado por los gobiernos, ratificado por los Congresos de ambos países.
Y quisiera agregar, para probar que éste fue un tratado que los países firmaron libremente y tomando en consideración sus propios intereses, que el Presidente Ismael Montes, que fue quien firmó este tratado por parte de Bolivia, fue reelecto Presidente, y que el Canciller que le tocó negociar este tratado, don Eliodoro Villazón, fue también posteriormente electo Presidente de Bolivia.
Y digo esto, porque éste fue un tratado muy especial, fue un tratado que firmaron los dos países, teniendo plena conciencia de lo que estaban firmando, resguardando sus legítimos derechos, 20 años después de terminado, o más de 20 años después de terminada toda acción bélica entre ambos países.
Y es verdad, ese tratado estableció, por voluntad de ambas partes, el libre tránsito para Bolivia, a perpetuidad, y así está establecido en el Tratado de 1904, pero estableció una serie de otras condiciones que es bueno recordar. Por ejemplo, Chile asumió la responsabilidad de construir, en beneficio de Bolivia, el Ferrocarril de Arica a La Paz.
Pero no solamente eso, en ese tratado, que usted considera injusto e impuesto, y que yo discrepo profundamente con esas apreciaciones, Chile asumió también la responsabilidad de proveer los recursos para construir una serie de otros ferrocarriles al interior del territorio boliviano. Y, por otra parte, también asumió una parte importante de la deuda externa que tenía Bolivia.
Yo lo llamo a usted a revisar tratados que tengan este tipo de cláusulas y que hayan sido aprobadas de esta forma entre dos países vecinos, después de haber tenido 20 años antes una guerra, y probablemente no los va a encontrar.
Este tratado, Presidente Morales, ha estado vigente por más de 100 años. En consecuencia, no solamente es un documento, es un documento que durante 100 años, más de 100 años, ha dado estabilidad a nuestras fronteras y ha permitido que los países que estamos comprometidos por ese tratado, Bolivia y Chile, tengamos en algunos momentos mejores relaciones, con relaciones diplomáticas, en otras instancias, no tan buenas relaciones y corte de relaciones diplomáticas, en todos los casos ha sido por decisión de Bolivia, pero sí nos ha permitido firmar acuerdos de libre comercio y lograr una serie de avances, muchos de los cuales los hemos podido conversar personalmente en la agenda de 13 puntos que establecieron los dos países para avanzar en todos los problemas y en todas las dificultades para encontrar, como lo dice ese propio acuerdo, soluciones útiles, concretas y factibles para ambos países.
Yo quiero decir también, Presidente Morales, que Chile tiene una larga tradición de cumplimiento de sus tratados. Chile cumple sus tratados, y es natural, y es natural que también le pida a usted que cumpla los tratados que su país firmó y que están hoy día plenamente válidos y vigentes.
Por supuesto que los tratados se pueden perfeccionar, de hecho, nosotros perfeccionamos el Tratado de 1904 el año 1907, pero, y esto es lo más importante, lo hicimos de común acuerdo. Un tratado entre dos partes no se puede modificar por la voluntad unilateral de una de ellas. Y esto lo entendemos todos los que somos respetuosos del derecho internacional.
Imagínese usted que pasaría en el mundo si acaso un país quisiera revisar o denunciar en forma unilateral un tratado vigente. ¿Qué pasaría con muchas de las fronteras en América Latina, en Europa y en todas partes del mundo?
Y, por lo tanto, cuando usted hace referencia a la situación del Canal de Panamá, eso fue fruto de una negociación entre las partes. Y cuando hace referencia al tema de las Malvinas, quiero recordarle a todos ustedes, en primer lugar, que Chile apoya absoluta y totalmente la posición argentina y su derecho histórico sobre las Islas Malvinas.
Pero quiero recordar también que entre Argentina e Inglaterra no existe ningún tratado. Y eso hace toda la diferencia. Ahí no está la situación actual amparada en un tratado válidamente firmado por ambos países. Es una situación que es de hecho y no de derecho.
Y ratifico, una vez más, el respaldo que todos los países de la Comunidad de CELAC le hemos dado a la causa y posición argentina en materia de Las Malvinas.
Usted mencionaba que el Tratado de 1904 establecía un régimen de libre tránsito. Y es verdad, y estamos cumpliendo con ese compromiso y estamos dispuestos a ir más allá incluso de lo que el propio tratado establece
Por ejemplo, la construcción del Ferrocarril Arica-La Paz. Ese ferrocarril se ha visto interrumpido, efectivamente, por fenómenos de la naturaleza y por una brutal contaminación que el permanente transporte de plomo sin las precauciones necesarias estableció en la línea. Y Chile asumió la responsabilidad de reconstruir ese ferrocarril. Tuvimos que hacer una limpieza total, por razones medioambientales, de forma tal de poder limpiar el terreno por el cual pasaba el ferrocarril, y hoy día ese ferrocarril, como usted lo sabe, está plenamente reconstruido y plenamente operativo y al servicio del comercio boliviano
Usted hablaba también del tema del puerto de Antofagasta y el acopio de plomo. Efectivamente, el acopio de plomo sin las condiciones medioambientales necesarias produjo una tremenda contaminación en ese puerto, y todos sabemos que el plomo es veneno. Y, por tanto, efectivamente Chile tomó las medidas no contra Bolivia, sino que en defensa de la salud de su población y del medioambiente, para limpiar Antofagasta de esa contaminación de plomo, lo cual afectó no solamente a empresas bolivianas, también afectó a las empresa chilenas.
Y, por tanto, no ha habido nunca ninguna discriminación, pero naturalmente ningún país puede pedirle a otro que no proteja la salud de su población o su medioambiente, cuando hay un elemento como el acopio de plomo, que muchas veces se hacía a la intemperie en el puerto o se llevaba al aire libre en el ferrocarril. Y eso, hoy día en ninguna parte del mundo es algo que estamos dispuestos a tolerar.
Por las reglas que ahí se establecieron en beneficio del medioambiente y en protección de la salud de los chilenos, rigen idénticamente para las empresas chilenas. Y, por tanto, en esta materia no hay ninguna discriminación.
Usted mencionaba la libertad para transitar todo tipo de carga, incluyendo armamentos. Efectivamente hoy día Bolivia tiene esa libertad, y de hecho la utiliza.
Además yo quiero agregar que Bolivia y la carga boliviana está exenta de todo impuesto por los servicios que esa carga requiera le sean prestados en puertos o territorio chileno. Tiene tasas absolutamente preferenciales en materia de utilización de los servicios de muellaje, e incluso servicios de traslado, y tiene, como usted muy bien lo sabe, una condición que no tiene ninguna empresa chilena, como es la posibilidad de tener almacenamiento gratuito por un año por sus importaciones, y por varios meses por sus exportaciones en los recintos portuarios chilenos.
Eso no está en el tratado, Presidente Morales, ese es un acuerdo para facilitar el comercio boliviano, al cual Chile ha estado muy dispuesto a llegar, y no se le otorga a ninguna empresa chilena, naturalmente.
Y, por otra parte, también es cierto que las condiciones que Chile está entregando están muy por encima de lo que Chile se comprometió en el Tratado y que por supuesto cumple y, por supuesto, muy superiores a lo que las convenciones internacionales establecen para países que tengan condiciones de mediterraneidad.
Y, por lo tanto, usted mencionaba la privatización del puerto de Arica y Antofagasta. Efectivamente, Chile como país soberano decidió privatizar los puertos, pero una de las cláusulas en la licitación de esos puertos fue precisamente el que tenía que respetar estrictamente los compromisos que el Estado chileno había asumido con Bolivia.
Y, por lo tanto, ni una de las condiciones que el Estado chileno había asumido como compromiso con Bolivia se ven afectadas, porque la administración de los puertos pueda estar en manos privadas.
Bolivia tiene derecho a designar agencias aduaneras, sí lo tiene, así está establecido en el tratado, pero el tratado establece que ustedes tienen que designar los puertos donde quieren tener esa facilidad y ustedes designaron los puertos de Arica y Antofagasta, y ahí están las agencias aduaneras bolivianas.
Y hace poco tiempo se planteó la idea que también se incorporara Iquique, a lo cual Chile accedió de inmediato, preparamos las bodegas, cumplimos con todas las condiciones que el tratado exige para un puerto designado por Bolivia, y estamos a la espera de que Bolivia entregue los documentos para que ese puerto, que está habilitado en Iquique en beneficio de Bolivia, pueda ser utilizado por Bolivia.
Usted menciona también el tema del gas. Y quiero agregarle algo que se lo he planteado a usted en muchas oportunidades. Chile está dispuesto a dar facilidades para un gasoducto, para un polo industrial, dar exenciones tributarias, para que Bolivia pueda hacer el mejor uso que la propia Bolivia estime para su gas.
Pero hay algo donde quiero que usted no se equivoque, Presidente Morales, los temas de soberanía no se negocian, cierto, por intereses económicos, los temas de soberanía son un tema, para Chile y para la inmensa mayoría del mundo, algo muy sensible.
Y usted habla de Cobija, Antofagasta. Le quiero decir lo que dije durante la campaña, cuando era candidato, y lo que le he dicho a usted tantas veces: Chile no está dispuesto a cortar o dividir su territorio, ni creo que a ningún país del mundo se le puede pedir una situación de esa naturaleza.
Sí estamos dispuestos, y siempre hemos estado dispuestos, a través del diálogo, la buena voluntad y la colaboración, a encontrar facilidades. Y, de hecho, muchos de los puntos que usted mencionó, y aquí tengo la larga lista de documentos, le hemos pedido nosotros que recurramos a las instancias, a los comités y a los grupos de trabajo especializados en cada una de las materias, libre tránsito, puertos, ferrocarril, y Bolivia sistemáticamente no ha querido concurrir a esas invitaciones de Chile a ese diálogo.
Pero no nos quedemos atrapados en el pasado. Yo lo invito a usted, Presidente Morales, a que busquemos en los grupos de trabajo que están establecidos, mejores soluciones, y podemos encontrarlas, a cualquier tipo de problema que usted quiera poner arriba de la mesa, y le aseguro que se va a encontrar con la mejor voluntad de nuestro país para facilitar el tránsito del comercio boliviano.
Y quiero decir algo más, y usted lo sabe, si excluimos el comercio terrestre con los países limítrofes, que es por tierra, más del 70% del comercio boliviano sale o entra por puertos chilenos. Y esa es la mejor prueba de que las condiciones que ofrecen los puertos chilenos, son condiciones favorables, porque Bolivia tiene otras alternativas, que usted muchas veces se encarga de recordárnoslo.
Y, por tanto, aquí yo quisiera terminar estas palabras diciéndole que existe de parte de Chile, del Gobierno chileno, y usted también lo sabe y lo ha podido experimentar muchas veces, la mejor voluntad para, a través de los caminos del diálogo, dar fiel cumplimiento siempre, e incluso pasar más allá de lo que establece el Tratado de 1904, más allá de lo que establecen las Convenciones Internacionales en materia de trato a países mediterráneos, porque entendemos muy bien que Chile quiere tener la mejor relación con Bolivia, y lo queremos firmemente.
Pero también quiero que usted sepa que este Presidente va a defender la soberanía de nuestro país, porque no solamente es mi derecho, es mi obligación.
Y, en consecuencia, si usted quiere encontrar soluciones dentro del respeto a los tratados internacionales que los dos países hemos firmado, dentro del contexto del derecho internacional, se va a encontrar siempre con la mejor voluntad y disposición de nuestro país.
Si usted quiere buscar soluciones fuera del respeto al Tratado de 1904, naturalmente que Chile, como un país que firmó ese tratado, que cumple con su tratado, va a tomar las medidas necesarias, dentro del derecho internacional, para que ese tratado se cumpla.
Y de esa manera, Presidente Morales, podemos terminar con este diálogo de sordos que a veces se establece entre ambos países y esperar que esta Cumbre de CELAC nos permita encontrar caminos del futuro dentro de la solidaridad, la amistad y la hermandad que debe existir siempre entre dos países vecinos y hermanos, como es Bolivia y Chile. Y también, naturalmente, dentro del respeto a lo que son los tratados y el derecho internacional.
Esa es la posición de Chile, es una posición clara, es una posición franca, es una posición constructiva, pero también es una posición firme.
Muchas gracias.
* * * * *
Santiago, 28 de Enero de 2013.
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