jueves, 13 de agosto de 2015

Mis antepasados, los companeros de Valdivia


En este blog, no sólo quiero comentar sucesos internacionales o libros o ideas de trascendencia política, sino también contarles algunas cosas personales. Aquí va la primera.

Cuando vivía en Chile y andaba a caballo por la Precordillera (no voy a escribir "cabalgaba", ya que, en "chileno" suena demasiado sitútico ;) ), muchas veces me imaginé qué sentirían, qué pensarían, cómo se sentirían los primeros conquistadores que llegaron a América, concretamente a Chile, al Valle central, al Norte y al Sur.

Muchas veces, miraba Santiago desde lo alto, desde la precordillera de Los Andes y me imaginaba el valle, sin la ciudad, Sin las luces al atardecer, sin los altos edificios, sin los centros comerciales, sin las casas (sin las bonitas, que se veían más cerca), sin las piscinas, sin el smog flotando sobre la ciudad. Sin el horizonte donde se debería haber visto la Cordillera de la Costa, cosa que ocurría muy de vez en cuando.

Trataba de ponerme en el lugar de los primeros espanoles que llagaron a Chile... Valdivia, Alderete, Almagro, Carvajal, Reynoso, Miranda, Pizarro, Villagra, Cepeda, Mundaca, Villalba, Mercado, Nevada, Torres, Bravo, Ortiz, Gaete, los Caravantes, los Meneses, los Aguirre... Todos esos apellidos que un día formaron el país.

Qué pensarían...? Sabrían que algún día vivirían millones de personas en la ciudad fundada por ellos? Que habría un aeropuerto...? Autos, motos, bicicletas, skate...? Que aprenderíamos a jugar tenis, a pelear karate? Que habría universidades, institutos para aprender inglés, alemán, francés, chino...? Que llegaría gente de todo el  mundo, judíos, alemanes, gringos, belgas, húngaros, etc. Que esquiaríamos alegre y despreocupadamente en la cercana cordillera que tantas vidas costó a Almagro (cruzó el desierto en veranos y la Cordillera en invierno).

Cómo serían sus caballos... Sus monturas deben haber sido distinta a las que usábamos en el siglo 20. Cómo serían las riendas. Qué olor tendría aquel cuero? Qué llavarían consigo, para poder sobrevivir en un territorio que no conocían, no sabía lo que les esperaba. No conocían el clima, ni a los indios, ni a los pumas, queltehues, ni águilas, ni los ríos, ni riachuelos, ni los saltos de agua.

Muchos anos después, cuando mi primo me envió en documento con la historia de mi familia sentí una sensación muy extrana, que aún no me abandona. Y mis paseos a caballo (en aquella época totalmente ignorante acerca de mis antepsasados)...

Otras veces, me planteo frente a mis antepasados conquistadores y realmente -ni en mis mejores, ni en mis peores suenos (o pesadillas, depende del punto de vista)- me acostumbro a ser descendiente directa y "legítima" (como escribe otro primo mío), lo que está comprobado por una larga lista de partidas o certificados de bautismo y de matrimonio... No me convenzo de ser descendiente directa de aquellos primeros conquistadores, que llegaron a Chile con el mismo Valdivia.




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